Desde la última reforma del Código Penal ya en 2010, el cumplimiento normativo es tema de actualidad en la mayoría de las empresas. Y no solo las más grandes. El Compliance afecta a cada una de las empresas españolas.

¿Que es el compliance?

El Compliance es una serie de procedimientos enfocados a que la empresa cumpla con el marco normativo. Normas legales, políticas internas, compromisos con clientes o proveedores, códigos éticos, etc.

No fue hasta 2010 que se introdujo, en la reforma del Código Penal, la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Esto suponía un importante cambio: las empresas responderían penalmente de los delitos cometidos por sus administradores, representantes y trabajadores. Con penas que pueden incluir la incapacitación para recibir subvenciones, inhabilitación e incluso el cierre de la empresa o multas de varios millones de euros.

Esto implicó que las personas jurídicas debieran tomar una serie de medidas. Medidas encaminadas a que dentro de la organización no se ejercieran actividades contra el derecho. Es decir, que si los representantes legales, los administradores e incluso los trabajadores cometían actos ilícitos, la sociedad tendría su castigo también de forma directa. Al fin y al cabo, se considera que la empresa es responsable de controlar las actuaciones de sus representantes.

¿Cómo afectan estos cambios a las pequeñas y medianas empresas?


Ante esta situación, las empresas debían tomar una serie de medidas de prevención de delitos. Así, se popularizaron dos términos que solían estar reservados únicamente para multinacionales y grades empresas. El ‘Compliance’ y la figura del ‘Compliance Officer’. De hecho, la consultora HAYS consideró la figura del Compliance Officer como el perfil jurídico más buscado en 2016.
Las grandes empresas pueden permitirse un Compliance Officer en su plantilla, pero las PYMEs suelen optar por externalizar este servicio a una asesoría de empresas. Como es evidente, a las pequeñas y medianas empresas no les es siempre posible tener ese perfil en plantilla.
Las medidas establecidas en el Compliance se supervisan por un órgano interno de control con cierta autonomía. Este órgano se encarga, por un lado, de instaurar el programa. Se analizan los riesgos que tiene la empresa y las soluciones que se deben implantar. Esta parte es un proceso bastante personalizado, pues los responsables de un tipo de empresa puede delinquir de distintas maneras. Por otra parte, en el servicio de compliance se revisa periódicamente el sistema instaurado. Se valoran las debilidades que hayan podido surgir y se efectúan los cambios pertinentes.

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